Los bonos son una forma de inversión que se ha vuelto muy popular entre los inversores en los últimos años.
Aunque algunos piensan que los bonos son complicados de entender, son una manera fácil de generar ingresos adicionales. Pero…
Indice
¿Qué son los bonos y cuáles son sus tipos?
¿Qué son Exactamente los Bonos?
Bonos del Tesoro
Bonos corporativos
Bonos a largo plazo
Bonos a corto plazo
Bonos de alto rendimiento
Ventajas de invertir en Bonos
Riesgos de invertir en Bonos
Diferencias Entre Bonos a largo plazo y corto plazo
¿Cómo se diferencian los bonos de las acciones?
¿Dónde Comprar Bonos?
Diferencias Entre bonos y ETF de bonos
Ventajas de los ETF de bonos
Riesgos de los ETF de bonos
¿Qué es mejor: ¿Los Bonos o los ETF de bonos?
Conclusión
¿Qué son los bonos y cuáles son sus tipos?
Los bonos son instrumentos financieros de deuda que se utilizan para obtener capital. Funcionan como un préstamo que el emisor del bono le proporciona al comprador del mismo, quien recibe a cambio un interés sobre el capital invertido. Los bonos se emiten tanto por el gobierno como por empresas y organizaciones.
Existen diferentes tipos de bonos, como los del Tesoro, los corporativos, los de alto rendimiento y los a largo y corto plazo.
Cada tipo de bono posee características y beneficios diferentes, lo que hace que la inversión en bonos sea una actividad compleja y diversa.
En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de bonos y las ventajas y riesgos de invertir en ellos, además de destacar las diferencias importantes entre los bonos y las acciones
¿Qué son Exactamente los Bonos?
Los bonos son una forma popular de inversión, pero ¿qué son exactamente? Básicamente, un bono es un préstamo que el inversor otorga a una entidad (ya sea el gobierno o una empresa) a cambio de un interés. Los bonos del Tesoro son emitidos por el gobierno y son considerados una inversión segura.
Por otro lado, los bonos corporativos son emitidos por empresas y ofrecen una tasa de interés más alta, pero conllevan un mayor riesgo. Los bonos a largo plazo tienen un período de vencimiento de más de 10 años, mientras que los bonos a corto plazo tienen un vencimiento menor a 3 años. Los bonos de alto rendimiento ofrecen un interés aún mayor, pero también pueden ser más arriesgados.
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Invertir en bonos puede ofrecer muchas ventajas, como una fuente confiable de ingresos, pero también tiene sus riesgos. Es importante entender las diferencias entre los bonos a largo plazo y corto plazo, así como las diferencias entre los bonos y las acciones, antes de tomar cualquier decisión de inversión.
Hay tres elementos clave de un bono
que es importante comprender bien: cupón, valor de paridad y fecha de vencimiento.
Interés nominal:
El interés nominal es el tipo de interés pagado por el emisor de un bono. Por ejemplo, un bono de €1.000 con un interes del 6% anual pagará €60 al año.
Valor nominal:
Se trata de la cantidad pagada al titular del bono a su vencimiento.
Fecha de vencimiento:
Es la fecha acordada en que deberá reembolsarse el bono. El pago de intereses y las fechas de vencimiento se fijan previamente, lo que hace que sea una fuente de ingresos estable y predecible. A excepción de cuando no se mantiene el bono hasta su vencimiento o si el emisor se declara en quiebra.
Bonos del Tesoro
Los Bonos del Tesoro son títulos de deuda emitidos por el gobierno federal de una nación. Estos bonos son considerados una inversión segura a largo plazo, ya que el gobierno es un emisor altamente confiable y estable.
Los Bonos del Tesoro se dividen según su vencimiento, y pueden ser a corto o largo plazo. Los Bonos del Tesoro a más largo plazo (10 años o más) tienen una tasa de interés más alta que los bonos a corto plazo (menos de 5 años).
Son ideales para aquellos inversionistas que buscan una inversión de bajo riesgo que pueda generar ingresos estables a largo plazo. Sin embargo, como con cualquier inversión, hay riesgos asociados con la compra de Bonos del Tesoro, como el riesgo de inflación y el riesgo de tasas de interés en alza. A pesar de estos riesgos, los Bonos del Tesoro siguen siendo una opción popular entre los inversores que buscan estabilidad y seguridad en su cartera.
Bonos corporativos
Los bonos corporativos son títulos de deuda que una empresa emite para obtener financiamiento. A diferencia de los bonos del tesoro emitidos por el gobierno, los bonos corporativos son emitidos por empresas privadas. Al comprar un bono corporativo, el inversor presta su dinero a la empresa emisora y recibe un pago de intereses.
Los bonos corporativos pueden ser a largo plazo o a corto plazo, y su rendimiento puede variar según el nivel de riesgo y la calificación de crédito de la empresa. Aunque los bonos corporativos pueden ofrecer una mayor rentabilidad que los bonos del tesoro, también conllevan un mayor riesgo de impago.
Es importante investigar cuidadosamente las empresas emisoras antes de invertir en bonos corporativos para minimizar este riesgo.
Bonos a largo plazo
La inversión en bonos a largo plazo es una opción popular para aquellos que desean un ingreso estable y predecible. Estos bonos tienen un vencimiento de más de 10 años y suelen ser emitidos por el gobierno o grandes corporaciones. Los bonos del Tesoro son una forma común de bonos a largo plazo, emitidos por el gobierno para financiar el gasto público. A diferencia de los bonos a corto plazo, que normalmente tienen un vencimiento de menos de un año, los bonos a largo plazo ofrecen una tasa de interés más alta. Sin embargo, también tienen un mayor riesgo de inflación y fluctuaciones en las tasas de interés.
Los bonos corporativos a largo plazo son emitidos por grandes empresas para financiar proyectos a largo plazo. Estos bonos también ofrecen una tasa de interés más alta, pero también implican un mayor riesgo crediticio.
Aunque los bonos a largo plazo ofrecen una inversión sólida a largo plazo, es importante tener en cuenta los riesgos y hacer una evaluación cuidadosa antes de invertir.
Bonos a corto plazo
Los bonos a corto plazo son instrumentos financieros que ofrecen intereses a los inversores en un periodo de tiempo limitado, generalmente un año o menos. A diferencia de los bonos a largo plazo, no tienen una maduración prolongada y se consideran una inversión a corto plazo. Estos bonos son emitidos tanto por el gobierno como por empresas y ofrecen un rendimiento más bajo que los bonos a largo plazo, pero también presentan un menor riesgo.
Los bonos a corto plazo son especialmente atractivos para los inversores que buscan una inversión segura y a corto plazo. Son una buena opción para aquellos que quieren diversificar su portfolio de inversión, ya que ofrecen una tasa de interés fija y un vencimiento a corto plazo.
A diferencia de los bonos de largo plazo, los bonos a corto plazo son menos afectados por los cambios en la tasa de interés. Además, como la mayoría de los bonos a corto plazo son emitidos por empresas de alta calidad crediticia y el gobierno, el riesgo de impago es bajo.
En definitiva, los bonos a corto plazo son una inversión segura y atractiva para aquellos que buscan una alternativa de inversión a corto plazo con un rendimiento moderado y un riesgo relativamente bajo.
Bonos de alto rendimiento
Los Bonos de Alto Rendimiento son una opción atractiva para los inversores que buscan obtener mayores rendimientos a cambio de asumir mayores riesgos. Estos bonos, también conocidos como bonos basura, son emitidos por empresas o entidades que tienen una mayor probabilidad de incumplimiento de sus obligaciones financieras.
A cambio de ese mayor riesgo, los inversores reciben una tasa de interés más alta que la que ofrecen otros tipos de bonos.Sin embargo, es importante considerar los riesgos asociados con los Bonos de Alto Rendimiento antes de invertir en ellos.
Estos bonos tienen una mayor probabilidad de impago que otros tipos de bonos y su valor puede ser muy volátil. Además, a menudo tienen una menor liquidez, lo que significa que puede ser difícil venderlos antes del vencimiento si es necesario.
A pesar de estos riesgos, los Bonos de Alto Rendimiento pueden ser una opción atractiva para los inversores que están dispuestos a asumir mayores riesgos a cambio de mayores rendimientos. Es importante hacer una investigación exhaustiva y buscar asesoramiento de expertos antes de tomar una decisión de inversión.
Ventajas de invertir en Bonos
Los Bonos son una forma de inversión ampliamente utilizada en el mundo financiero. Estos instrumentos pueden ser emitidos por el gobierno en forma de Bonos del Tesoro, o por las empresas como Bonos corporativos. Los Bonos también varían en términos de duración, con opciones de largo y corto plazo disponibles, y de rendimiento, como los Bonos de alto rendimiento.
Hay muchas ventajas en invertir en Bonos.
En comparación con las acciones, los Bonos suelen ser menos riesgosos y proporcionan un flujo de ingresos constante. Además, los Bonos del Tesoro son respaldados por el gobierno, lo que hace que sean una inversión segura y estable.
Sin embargo, también hay riesgos asociados con la inversión en Bonos. Los cambios en las tasas de interés y en la calificación crediticia de la empresa que emite los Bonos pueden afectar su valor. Las diferencias entre Bonos a largo y corto plazo también deben ser consideradas al tomar una decisión de inversión.
En resumen, los Bonos pueden ser una inversión beneficiosa si se comprenden sus tipos y riesgos. Con una variedad de opciones disponibles, vale la pena investigar y considerar la inversión en Bonos como parte de una estrategia de inversión diversa.
Riesgos de invertir en Bonos
A pesar de que invertir en bonos es considerado como una opción segura y estable, hay ciertos riesgos que los inversores deben tener en cuenta antes de decidir hacerlo. Uno de los principales riesgos es el riesgo de mercado, que se refiere a que el valor de los bonos cambia con los cambios en el mercado financiero.
Además, los bonos pueden estar sujetos a cambios en las tasas de interés, lo que puede afectar los rendimientos esperados. Otro riesgo a tener en cuenta es el riesgo de crédito, que se refiere a la posibilidad de que el emisor de los bonos tal vez no pueda cumplir con los pagos de intereses o principal en el futuro.
A pesar de estos riesgos, invertir en bonos sigue siendo una opción viable para aquellos que buscan ingresos estables y seguros a largo plazo.
Diferencias Entre Bonos a largo plazo y corto plazo
Los bonos a largo plazo suelen tener una duración mayor a cinco años, mientras que los bonos a corto plazo tienen un plazo menor a un año. Los bonos de alto rendimiento son emitidos por empresas con menor calificación crediticia y ofrecen altos rendimientos, aunque el riesgo también es mayor.
Invertir en bonos puede tener muchas ventajas, como una fuente de ingresos seguros y estables, pero también conlleva riesgos, como fluctuaciones en las tasas de interés y en la calificación crediticia de los emisores.
Las diferencias entre bonos a largo y corto plazo se relacionan con el riesgo y la rentabilidad, mientras que las diferencias entre bonos y acciones tienen que ver con la naturaleza de la inversión.
En resumen, antes de invertir en bonos, es importante conocer los distintos tipos y sus características para tomar una decisión informada.
¿Cómo se diferencian los bonos de las acciones?
Los bonos no confieren a los inversores propiedad en la entidad emisora, a diferencia de las acciones. Los bonos representan una deuda y se pagan con intereses, mientras que el valor de las acciones está sujeto a cambios en el valor de la empresa. Antes de invertir en bonos, es importante comprender las ventajas y los riesgos de esta forma de inversión.
¿Dónde Comprar Bonos?
La compra de bonos suele realizarse comúnmente mediante un bróker, y las comisiones asociadas a dicha compra varían de un bróker a otro. DEGIRO te ofrece la posibilidad de adquirir bonos estatales y corporativos en línea en diversos mercados, con una comisión por transacción que depende del mercado del bono en cuestión. A diferencia de otros instrumentos financieros, el precio de los bonos no se establece en divisa, sino como un porcentaje del valor nominal. Esta característica facilita el cálculo del tipo de interés efectivo.
Diferencias Entre Bonos y ETF de Bonos
¿Qué son los ETF de bonos?
Un ETF de bonos es una inversión en bonos en un envoltorio similar al de las acciones.
Un ETF de bonos sigue un índice de bonos e intenta replicar sus rendimientos.
Aunque estos instrumentos mantienen bonos y sólo bonos, cotizan en bolsa como acciones, lo que les confiere algunas propiedades atractivas similares a las de la renta variable.
Los bonos y los ETF de bonos pueden comprender las mismas inversiones básicas, pero la negociación en bolsa cambia el comportamiento de los ETF de bonos de varias maneras importantes:
Los ETF de bonos no vencen.
Los bonos individuales tienen una fecha fija e invariable en la que vencen y los inversores recuperan su dinero; cada día invertido es un día más cerca de ese resultado.
Los ETF de bonos, sin embargo, mantienen un vencimiento constante, que es la media ponderada de los vencimientos de todos los bonos de tu cartera.
En un momento dado, algunos de estos bonos pueden expirar o salir del rango de edad al que se dirige un ETF de bonos (por ejemplo, un ETF de bonos del Tesoro a uno o tres años expulsa todos los bonos con menos de 12 meses de vencimiento). Como resultado, se compran y venden continuamente bonos adicionales para mantener constante el vencimiento de la cartera.
Los ETF de bonos son líquidos incluso en mercados ilíquidos.
La negociabilidad de los bonos individuales varía mucho. Algunas emisiones se negocian a diario, mientras que otras pueden negociarse tan sólo una vez al mes. En momentos de tensión, pueden no negociarse en absoluto.
Por el contrario, los ETF de bonos cotizan en bolsa, lo que significa que pueden comprarse y venderse en cualquier momento durante las horas de mercado, incluso si los propios bonos subyacentes no cotizan en ese momento.
Esto tiene efectos muy reales. Por ejemplo, los bonos corporativos de alto rendimiento se negocian menos de la mitad de los días de cada mes; mientras tanto, el su version en ETF «iShares iBoxx $ High Yield Corporate Bond ETF (HYG | B-64)» negocia millones de acciones cada día.
Los ETF de bonos pagan ingresos mensuales.
Una de las mayores ventajas de los bonos es que pagan intereses a los inversores de forma periódica. Normalmente, estos pagos de cupones se producen cada seis meses. Pero los ETF de bonos tienen muchas emisiones diferentes a la vez y, en un momento dado, algunos bonos de la cartera pueden estar pagando su cupón. Como resultado, los ETF de bonos suelen pagar intereses mensualmente, en lugar de semestralmente; el valor de este pago puede variar de un mes a otro.
Ventajas de los ETF de bonos
Los ETF de bonos ofrecen muchas ventajas sobre los bonos individuales:
Diversificación. Con un ETF, puede poseer cientos, incluso miles, de bonos en un índice a un precio de compra significativamente inferior al que supondría invertir en cada emisión individualmente. Es una diversificación de tipo institucional a precios minoristas.
Facilidad de negociación. Se acabó el vacilar en los opacos mercados OTC para regatear los precios. Puede comprar y vender ETF de bonos desde su cuenta de corretaje habitual con sólo pulsar un botón.
Liquidez: Los ETF de bonos pueden comprarse y venderse en cualquier momento del día, incluso en mercados extranjeros o más pequeños donde las emisiones individuales pueden negociarse con mucha menos frecuencia.
Transparencia de precios. Con un ETF de bonos, se acabó la incertidumbre sobre el valor de su inversión: Los precios de los ETF se publican en la bolsa y se actualizan cada 15 segundos durante el día de negociación.
Ingresos más frecuentes. En lugar de pagos de cupones cada seis meses, los ETF de bonos suelen pagar intereses mensualmente. Aunque el valor puede variar de un mes a otro, los pagos mensuales ofrecen a los inversores en ETF de bonos un flujo de ingresos más regular para utilizar o reinvertir.
Riesgos de los ETF de bonos
Los ETF de bonos tienen dos inconvenientes principales.
No está garantizado que recuperes tu dinero. Como los ETF de bonos nunca vencen, nunca ofrecen la misma protección para su inversión inicial que los bonos individuales. En otras palabras, no está garantizado que recuperes tu dinero en el futuro.
Recientemente, sin embargo, algunos proveedores de ETF han comenzado a emitir ETF con fechas de vencimiento específicas, que mantienen cada bono hasta su vencimiento y distribuyen los beneficios una vez que todos los bonos han vencido.
Puedes perder dinero si suben los tipos de interés. Los tipos de interés cambian con el tiempo. Cuando lo hacen, el valor de los bonos puede caer, y vender esos bonos puede llevarle a perder dinero de su inversión inicial.
Con los bonos individuales, puedes mitigar el riesgo manteniendo el bono hasta su vencimiento, cuando se te pagará su valor nominal completo. Sin embargo, los ETFs de bonos no vencen, por lo que poco puede hacer para evitar la subida de tipos.
¿Qué es mejor: ¿Los Bonos o los ETF de bonos?
Para la mayoría de los inversores, comprar bonos individuales es imposible. Incluso si no fuera así, los ETF de bonos ofrecen una diversidad, liquidez y transparencia de precios que los bonos individuales no pueden igualar, con las ventajas añadidas de la negociabilidad intradía y los pagos de ingresos más frecuentes.
Los ETF de bonos conllevan algunos riesgos adicionales, pero en general, son probablemente una opción mejor y más accesible para el inversor medio.
Conclusión
En general, los bonos son una forma segura y confiable de inversión. Los inversores pueden elegir bonos del Tesoro, bonos corporativos, bonos a largo plazo, bonos a corto plazo y bonos de alto rendimiento en función de sus preferencias de riesgo y retorno de inversión. Al comprender las diferencias entre los distintos tipos de bonos, los inversores pueden tomar decisiones informadas y lograr un crecimiento constante de sus inversión.