El rolling es una de las formas más habituales de ajustar una posición de opciones. Es posible hacer un rolling tanto con una posición larga como con una corta, pero aquí nos centraremos en las cortas.
Cuando se decide hacer un rolling, quiere decir que se ha cambiado de perspectiva respecto la acción subyacente y se teme que puedan ser asignadas las opciones en corto.
El objetivo es aplazar la asignación, o incluso evitarla por completo. Se trata de una técnica de cierto nivel, por eso hay que conocerla a fondo antes de ejecutarla.
Cuando se lleva a cabo un rolling respecto a una posición corta, compras para cerrar una posición existente y vendes para abrir una nueva. Estás cambiando los precios de ejercicio de tus opciones, o llevando el vencimiento más adelante en el tiempo.
Pero nunca está garantizado que el rolling funcione. De hecho, puede acabar agravando tus pérdidas. Así que debes tener cuidado cuando la pongas en práctica, ¡y que no te pueda la codicia!
Para ayudarte a entender el concepto de rolling, lo aplicaremos a tres posiciones básicas: una covered call, una cash-secured put y una short call spread. Esto es únicamente una introducción a cómo funciona el rolling, por lo que los ejemplos están algo simplificados.
El vocabulario es algo más técnico aquí que en cualquier otra parte de nuestro contenido. Si no entiendes bien la terminología utilizada, deberías aprender más sobre opciones antes de adentrarte con los rolling.
